(Condé Smendou, Constantina, 1929 - Grenoble, 1989) Escritor argelino en lengua francesa. Estudiante en la Escuela francesa de Sétif, fue arrestado en 1945 por haber participado en las manifestaciones del 8 de mayo, y quedó profundamente traumatizado por la experiencia carcelaria y la violencia represiva. Se convirtió en el portavoz literario de los escritos en defensa del pueblo argelino.
Kateb Yacine
Su primera antología poética, Soliloquios, fue publicada en Bona en 1946. En 1950, después de haber ejercido por un tiempo el periodismo en Argel, se trasladó a París, donde publicó su primera novela Nedjma (1956) en la editorial Éditions du Seuil. Aparecida en plena guerra de Argelia, esta novela se reveló como una de las más vigorosas de la literatura magrebí. Se exilió a Italia, Alemania y Bélgica a causa de la persecución de la que fue objeto en Francia.
Poco conocido en su propio país, supo construir, a pesar de estar alejado de su gente, una obra llena de esencia árabe. Le polygone étoile (1966), de vocabulario lujurioso, es una obra en la que el inconsciente argelino del autor emerge con gran fuerza. Además de poeta y novelista, fue dramaturgo. En 1959 publicó un ciclo teatral, Le Cercle des Représailles. En 1958, Jean-Marie Serreau estrenó en Bruselas su obra Le cadavre encerclé; en 1963, La femme sauvage, y en 1967, se estrenó en París Les Ancêtres redoublent de férocité. En 1970, publicó L'homme aux sandales de caoutchouc.
Finalizada la guerra de Argelia, no pudo volver a su país durante muchos años. Cuando regresó a Argelia, se dedicó a su profesión de dramaturgo en lengua árabe. Entre las piezas representadas en árabe argelino, se distinguen por su fuerza satírica Mohammed prends ta valise (1971), Saout-En-Nisa (1972), La guerre de 2000 ans (1974), Le roi de l'Ouest (1977) y Palestine trahie (1978).
El tormento está presente en toda la obra de Kacine. El francés representa para él una lengua alienante, impuesta por los colonizadores, junto con una educación que fue "una segunda rotura del cordón umbilical, un exilio interno que acercaba al escolar a su madre sólo para volverle a alejar aún más de ella, del murmullo de la sangre y de los susurros de desaprobación de una lengua proscrita". La madre y el lenguaje materno son "los únicos tesoros inalienables y, sin embargo, continúan robados". Kacine transformó así la lengua aprendida en un arma de revolución y de reconquista de sí mismo, proclamando con ella la identidad y la independencia de su pueblo y haciéndose entender más allá de las fronteras argelinas. Sin embargo, tan pronto como le fue posible, volvió a su idioma ya que, por encima de todo quería ser comprendido por su propia gente.
Su estilo violento se asemeja a una ceremonia ritual a la que el propio lector es llamado a participar. Kacine supo hacer suyas las innovaciones formales de las más avanzadas vanguardias poéticas, e integrarlas en la tradición literaria islámica, llena de sentido trágico y épico. Así, en Nedjma, el pasado y el presente de Argelia se confunden en un tiempo único. En Le polygone étoilé la narración se convierte en autobiografía; la poesía, en sátira; y los hechos históricos, en fervor lírico. Utiliza diversos registros y los funde para expresar mejor todos los aspectos de la realidad y combinar lo vivido con lo simbólico.
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